El declive del tenis australiano

Buenos días.

La actualización de la lista ATP esta semana nos ha dejado un sorprendente dato. Por primera vez, no hay tenistas australianos entre los 100 mejores del planeta. Los años de oro ya terminaron hace tiempo y poco a poco han ido para abajo, hasta ahora. Ni su mejor exponente en los últimos años, Lleyton Hewitt, se ha librado, cayendo hasta el puesto 108 de la lista.

Y es sorprendente porque Australia siempre ha sido una potencia en esto del tenis. Como equipo o individualmente. Australia tiene nada más y nada menos que 28 Copas Davis. El que más Open de Australia ha ganado es Roy Emerson con 6 títulos. Roland Garros siempre ha sido duro para los australianos pero tenistas como Laver o Roche ya lo ganaron, entre otros. Wimbledon y US Open más de lo mismo. Siempre vemos australianos entre los ganadores. Ni que decir de Rod Laver y sus dos Grand Slams. En los últimos años, con la retirada de Rafter y Philipoussis, ya sólo quedó Hewitt, que alcanzó el número 1 y logró importantes éxitos pero inició una cuesta abajo y ahora hay que buscar muy lejos para encontrarle.

Y el futuro más próximo no es muy esperanzador. De Hewitt todavía podemos esperarnos algo pero no hay nada más. Chris Guccione no tiene nivel para estar en la élite. Tiene un gran saque y poco más y otros jugadores como Luczak, Smeets, Siriani, Jones o Groth han pasado desapercibidos en los torneos donde han jugado. Los aficionados australianos tendrán que esperar.

Sin embargo, alguna esperanza hay. La principal promesa del tenis australiano es Bernard Tomic. Tan sólo tiene 16 años y mucho camino por recorrer. Ya ha debutado en torneos ATP y consiguió una victoria ante Starace en el Open de Australia. De todos modos, aún es muy joven para poder asegurar que vaya a ser un grande. Otra de las esperanzas es Brydan Klein, de 19 años.

Y para finalizar, decir que viendo esto, lo cierto es que los españoles no nos podemos quejar. Mientras Australia no tiene a nadie, España tiene 15 tenistas nada menos. Hay que aprovechar que llegarán tiempos peores.

Saludos